jueves, 5 de mayo de 2011

vivien Leight y Lawrence Olivier



Tras iniciar un romance cuando los dos estaban casados y permanecer juntos durante más de una década, un día de 1949 la actriz le anunció que ya no le amaba.
"Me sentí como si me hubieran dicho que me habían condenado a muerte", confiesa Olivier, considerado el mejor actor británico de todos los tiempos.
La pareja, no obstante, se mantuvo unida algunos años más, pese a los romances de ella, el más sonado con el también actor Peter Finch, y de él, incluido con la actriz Joan Plowright, con quien se casó en 1961 pocos días después de su divorcio con Leigh.
El libro habla también de la bisexualidad de Olivier, de su capacidad camaleónica para transformarse en cada papel, de su energía desbordante y de su deteriorada salud en los últimos años, a pesar de lo cual siguió trabajando.
Munn, que ha escrito biografías de John Wayne y James Stewart, traza un cálido e íntimo retrato de un personaje enamorado de su trabajo y dispuesto a dar todo lo que llevaba dentro en un escenario o ante la cámara, aunque reacio a revelar sus secretos más ocultos.
Quizás la razón haya que encontrarla en las propias palabras de Olivier: "Mi ego es demasiado grande para revelar todos mis secretos. Mi ego se alimenta con glotonería sabiendo cosas que otros desconocen".


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